El edificio que lo alberga es considerado una joya de la arquitectura barroca del Centro Histórico de la Ciudad de México; fue construido en un predio que en el siglo XVI perteneció a don Gonzalo Juárez de Córdoba y posteriormente a los condes de San Mateo de Valparaíso y marqueses de Jaral de Berrio, quienes mandaron demoler el inmueble que ahí existía. Hacia 1779 dio inicio la construcción de un palacio, a cargo del arquitecto novohispano Francisco de Guerrero y Torres, principal exponente de la arquitectura dieciochesca. La obra concluyó en 1785, constituyéndose como la única residencia particular de cuatro pisos en la Nueva España del siglo XVIII. Al consumarse la Independencia de México en 1821, don Juan Nepomuceno de Moncada, descendiente de los propietarios originales, brindó el palacio al jefe del Ejército Trigarante, don Agustín de Iturbide, para que lo habitara. Fue ahí donde el 18 de mayo de 1822 Iturbide salió al balcón y se oyó proclamar como Emperador de México. De 1830 a 1834 fue sede del Colegio de Minería y después albergó a oficinas públicas. A partir de 1851 funcionó como hotel y terminal de una empresa de diligencias y transporte de viajeros a diversos puntos del país. Con el paso del tiempo el palacio sufrió alteraciones al ser utilizado como lugar de despachos de alquiler. El edificio fue adquirido por el Banco Nacional de México como parte de su proyecto de rescate de la arquitectura virreinal, siendo concluidas las obras de restauración el 24 de marzo de 1972. Desde entonces es sede operativa de Fomento Cultural Banamex y entre sus restauraciones más importantes destaca la iniciada en 2002, la cual le devolvió a este inmueble el esplendor de sus mejores años. Fue reinaugurado como Museo Palacio Cultural Banamex el 19 de enero de 2004. Resguarda alrededor de cuatro mil 300 obras de arte, entre ellas pinturas de las principales etapas creativas de Diego Rivera, José Clemente Orozco, Doctor Atl, Joaquín Clausell y Frida Kahlo, entre otros, así como una importante colección de fotografías de Manuel Álvarez Bravo. Consta de salas de exposiciones, aulas, salón de usos múltiples con computadoras y sala de consulta bibliográfica. Organiza conciertos, conferencias, talleres y seminarios.
jueves, 28 de noviembre de 2013
Palacio de Iturbide
El edificio que lo alberga es considerado una joya de la arquitectura barroca del Centro Histórico de la Ciudad de México; fue construido en un predio que en el siglo XVI perteneció a don Gonzalo Juárez de Córdoba y posteriormente a los condes de San Mateo de Valparaíso y marqueses de Jaral de Berrio, quienes mandaron demoler el inmueble que ahí existía. Hacia 1779 dio inicio la construcción de un palacio, a cargo del arquitecto novohispano Francisco de Guerrero y Torres, principal exponente de la arquitectura dieciochesca. La obra concluyó en 1785, constituyéndose como la única residencia particular de cuatro pisos en la Nueva España del siglo XVIII. Al consumarse la Independencia de México en 1821, don Juan Nepomuceno de Moncada, descendiente de los propietarios originales, brindó el palacio al jefe del Ejército Trigarante, don Agustín de Iturbide, para que lo habitara. Fue ahí donde el 18 de mayo de 1822 Iturbide salió al balcón y se oyó proclamar como Emperador de México. De 1830 a 1834 fue sede del Colegio de Minería y después albergó a oficinas públicas. A partir de 1851 funcionó como hotel y terminal de una empresa de diligencias y transporte de viajeros a diversos puntos del país. Con el paso del tiempo el palacio sufrió alteraciones al ser utilizado como lugar de despachos de alquiler. El edificio fue adquirido por el Banco Nacional de México como parte de su proyecto de rescate de la arquitectura virreinal, siendo concluidas las obras de restauración el 24 de marzo de 1972. Desde entonces es sede operativa de Fomento Cultural Banamex y entre sus restauraciones más importantes destaca la iniciada en 2002, la cual le devolvió a este inmueble el esplendor de sus mejores años. Fue reinaugurado como Museo Palacio Cultural Banamex el 19 de enero de 2004. Resguarda alrededor de cuatro mil 300 obras de arte, entre ellas pinturas de las principales etapas creativas de Diego Rivera, José Clemente Orozco, Doctor Atl, Joaquín Clausell y Frida Kahlo, entre otros, así como una importante colección de fotografías de Manuel Álvarez Bravo. Consta de salas de exposiciones, aulas, salón de usos múltiples con computadoras y sala de consulta bibliográfica. Organiza conciertos, conferencias, talleres y seminarios.
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